Una vez etiquetado el pescado se distribuye en cajas, que son almacenadas por orden de llegada en el interior de la lonja a espera de la subasta.
Antes de la subasta las cajas se colocan arriba de las mesas de exposición para que los compradores puedan observar perfectamente el producto que van a comprar.
La subasta comienza con el subastador cantando los precios del pescado mediante el sistema de la subasta a la baja.